As fue la muerte asistida de Mara Jos Carrasco: « Qu terrible esto! » (sigue con los lamentos de asfixia) « Bonita, qu terrible! »


  • Poltica.

    El Congreso aprueba con 198 votos el derecho a la eutanasia en Espaa

  • Tribunales.

    El suicidio asistido de Mara Jos Carrasco seguir en un Juzgado de Violencia sobre la Mujer tras rechazar un recurso el Supremo

La habitacin est como aquel da. Pegado a la pared del fondo hay un piano donde ella se dejaba llevar cuando esclerosis mltiple eran dos palabras para otros. Alineadas junto a ese instrumento ya mudo para siempre hay cuatro sillas de ruedas, la red de transportes de 30 aos de enfermedad. Y presidiendo la alcoba, como un altar laico, te sale al encuentro una cama con abrazaderas y sujeciones, la prueba de una vida horizontal convertida en muerte aquel da.

Fue aqu. En esta cama.

Es la cama de Mara Jos Carrasco, la abogada y secretaria judicial que tres dcadas despus del diagnstico de su enfermedad logr cumplir su voluntad de acabar con su vida gracias a las manos de su marido, el cmara de televisin ngel Hernndez.

– Haba das que se tiraba seis horas seguidas sufriendo, o sea, gritando de dolor. Y los medicamentos no le servan para nada. Los de paliativos le daban fentanilo, que es 50 veces ms potente que la herona y 100 que la morfina, y ms adictivo. Le ponan parches y ms parches. Y ella, con ms dolores. Y ms parches… Mira, para que los lectores se hagan una idea: imagnate una persona con una camisa de fuerza desde el cuello hasta los tobillos. Y as horas, das, semanas, meses y aos. Y con dolores. Y con la cabeza perfectamente. Ella era mucho ms inteligente que yo. Yo a su lado no necesitaba diccionarios.

Eutanasia (RAE): Del latn euthanasia y ste del griego euthanasa, ‘muerte dulce’. 1.- Intervencin deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura. 2.- Muerte sin sufrimiento fsico.

Estamos con ngel Hernndez en la casa donde cuid, lav, movi, aliment, acompa y escuch a Mara Jos Carrasco hasta el ltimo instante.

Pero eso vendr ms adelante…

– Hacia el ao 2014, cuando sus dolores y su situacin eran ya muy duros y yo tena ya muchos problemas con mi hernia umbilical y con la discal, Mara Jos me dijo que iba a buscar y a pedir por internet el pentobarbital sdico. Ella pens que tena que estar preparada y tener la tranquilidad de tener eso ah para cuando fuera necesario.

Mara Jos y ngel fueron viviendo el deterioro hasta que en octubre de 2018 distribuyeron un vdeo con la realidad de la variante de la esclerosis mltiple que ella sufra y la voluntad de acabar con su desventura de una forma legal.

– Ella permiti que yo grabara sus dolores y su sufrimiento porque era la forma de hacer avanzar la legalizacin de la eutanasia. Ella no se fue muy contenta con que yo me imputara. No la convenc, pero lo entendi. Le dije que lo que haba pasado con Ramn Sampedro haba sido muy bueno para la sociedad. Hicimos un vdeo en octubre de 2018, pero pas noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, y nada se movi. En marzo le dije que me tena que imputar, que tenamos que movilizar al legislativo.

Y entonces lleg abril.

Abril de 2019.

El 3 de abril de 2019.

Aquella maana, a las 10.05 horas, en esta habitacin de pianos y libros, sobre esta cama de arneses y mandos elctricos, ngel Hernndez fue las manos de Mara Jos Carrasco para acercarle un vaso con la sustancia que ella misma haba comprado aos atrs para acabar un da con su vida.

Tambin con el consentimiento de Mara Jos, ngel grab en vdeo la secuencia. Y la envi a los medios de comunicacin. Pero slo hasta el momento en que ella ingiere la sustancia mortal, ese Pues adelante que l le dice a ella. El resto del proceso hasta la muerte de Mara Jos est grabado pero nunca se ha visto. Ni se ver.

– Me lo llevar conmigo hasta la muerte. Yo distribu el vdeo hasta que ella bebe la sustancia. El resto no se lo envi a nadie, lo tengo guardado y jams se ver. No quiero que nadie vea su agona.

Sin embargo, ngel Hernndez ha decidido que aunque jams se vayan a ver las imgenes de la muerte de Mara Jos, s deben conocerse sus palabras, su convencimiento de lo que estaba haciendo, el cario de la pareja durante el momento y tambin la agona de la mujer ante una sustancia que le provoc un dolor inesperado.

Das despus del 3 de abril de 2019, ngel transcribi lo que pas durante aquellos 10 minutos y lo firm de su puo y letra.

Y ha decidido compartir ese texto con EL MUNDO.

– De todos los acontecimientos vividos me quedo con una secuencia. La del fallecimiento de Mara Jos. Aqu tienes transcrita la secuencia de su muerte. Eres el nico que la tiene. Es lo que los dos dijimos desde que tom el medicamento hasta que falleci. Me gustara que, si tenis a bien, lo publiquis ntegramente, porque ha llegado el momento de que se conozca qu pas y cmo pas.

Carta en la que
Carta en la que ngel relata la muerte de Mara Jos.

POR QU ES NECESARIAUNA LEY DE BUENA MUERTE?

Son las 10:05 horas del da 3 de abril de 2019. Despus de una espera de 30 minutos para que interrumpieran su trabajo los obreros que estaban instalando las tuberas del suministro de agua potable en la calle, lo que ocasionaba al horadar el asfalto un ruido que penetraba en la habitacin donde se iba a realizar el suicidio de Mara Jos. Esto poda crear problemas a la grabacin de audio y vdeo que nos habamos propuesto llevar a cabo. Este documento audiovisual que pretendamos realizar tena que ser de la mayor calidad posible. Era para nosotros el ms importante de los que bamos a presentar a los medios de comunicacin. Yo, como experto en audiovisuales, se lo consult a Mara Jos para que fuera ella la que decidiera qu hacer, si esperbamos a que acabara el ruido o seguamos con el plan previsto, pues estaba todo dispuesto para empezar a suministrarle el medicamento que le iba a provocar la muerte. Mara Jos decidi que esperramos a que los obreros pararan para el descanso del desayuno, y as lo hicimos. A las 10:05 horas del 3 de abril de 2019, sin ruido, era el momento tan esperado por Mara Jos, y que era el que haba elegido ella el da anterior con la intencin de acabar con su dolor y sufrimiento. Iba a contar con mi ayuda, al ser imposible para ella llevarlo a cabo por s misma, debido a su situacin de falta de movilidad absoluta.

Lo que sigue es toda la secuencia que comienza a la hora antes sealada terminando unos diez minutos ms tarde con su fallecimiento. El siguiente texto es copia literal del audio de la grabacin que se llev a cabo.

ngel-. Bueno, Mara Jos, ha llegado el momento, el que tanto deseabas. Yo te voy a prestar mis manos, eso, lo que t no puedes, yo te voy a prestar mis manos. Primero vamos a probar con un poquito de agua porque no s yo si puedes tragar, sabes? Si vemos que no puedes tragar lo abortamos, porque… un poquito de agua (le doy de beber agua). Qu, qu, qu crees?.

Mara Jos-. Que s.

ngel-. Que s. Te lo doy entonces. No es mucho, pero puede que sepa mal, o sea que, tienes que soportarlo. Ests decidida?.

Mara Jos-. S.

ngel-. Pues adelante (Mara Jos bebe el pentobarbital sdico). Venga… Venga que ya queda poquito. Venga, ahora te dormirs… Ya est, ya est, tomado. Quieres un poquito de agua, que te d un poquito de agua?… Venga (le doy un poco de agua). Ya est. Ahora te dormirs. A ver, dame la mano que quiero notar la ausencia definitiva de tu sufrimiento (me da la mano con bastante dificultad al tenerla totalmente impedida), as. (Se atraganta un poco), tranquila, tranquila. Ahora te dormirs enseguida.

Mara Jos-. Estaba malo, malo….

ngel-. S est muy malo. Eres muy valiente, eres muy valiente. Sabes qu, que yo lo voy a reconocer que te he dado esto. Lo sabes, verdad? (lo confirma con un gesto de cabeza), de clandestinidad se acab. Yo te lo he dado y adems yo voy a estar a tu lado hasta que esto ocurra, hasta que el fallecimiento ocurra, no me voy a separar de ti. Te he estado ayudando durante tantos aos y no me voy a separar de ti jams.

Mara Jos-. Haces bien.

ngel-. Puedes apretar mi mano?, un poquito, para que, no mucho, para que yo note que, que ya te vas. Te dormirs en un momentito.

Mara Jos-. Estaba malo, malo.

ngel-. Estaba malo s, estaba muy malo, pero te lo has tomado muy valientemente.

Mara Jos-. Me aguanto.

ngel-. Claro, me imagino. Pero bueno, ya ha sucedido lo que queras. Queras suicidarte y la nica ayuda que podas tener era la ma, nada ms (lo confirma con un gesto de cabeza).

Mara Jos-. Estaba malo, malo. Me quita el sabor de la boca.

ngel-. Ahora te tienes que tranquilizar, eh?, porque ocurrir, porque te quedars dormida en cinco minutos, te quedars dormida… La lgrima. Cierra el ojo, a ver (le limpio las lgrimas producidas por el efecto del medicamento ingerido). Ya te est entrando sueo, ya te est entrando sueo. Te notas que tienes sueo, te est entrando sueo, todava no?.

Mara Jos-. Me lloran los ojos, y no….

ngel-. Cierra, cierra los ojos, eso es, cierra, eso es, eso es (le limpio las lgrimas…empieza a bostezar).

ngel-. Ya est bostezando (tose, sntomas de atragantamiento, le est haciendo efecto el medicamento, se lamenta ahogndose, terrible lo que est padeciendo la pobre, hasta el final sufriendo, es la continuidad de todos esos das que le grab sufriendo y retorcindose de dolor. Ha empezado la agona…) Tener que hacer esto, (le falta el aire) Tienes dolor?, (no me responde) Ests dormida?, (no me responde). Est dormidita, ya est dormidita, ya est dormidita. (Se est asfixiando, es terrible, el final se acerca, pero esa agona no lo esperaba. La informacin que tenamos sobre los efectos de este medicamento en su uso no era lo que creamos). Qu terrible!, qu terrible esto! (sigue con los lamentos de asfixia) Bonita, qu terrible! (ms lamentos). Bueno, (ms lamentos) ya voy a cortar esto, ya no es necesario, ya he notado que ya te vas. (Doy por finalizada la grabacin).

Ese final de aproximadamente de un minuto de duracin, aunque dormida, tena que haber sido menos penoso. Diez minutos ha durado todo el proceso hasta su fallecimiento.

EPLOGO

No ha sido una buena muerte la suya, nunca lo olvidar. Har todo lo que est en mi mano para que nadie tenga que pasar por lo mismo que pas Mara Jos. Mi existencia por la eutanasia.

Madrid, 3 de abril de 2019

ngel Hernndez.

Veinte meses despus de aquel da, el 17 de diciembre de 2020, el Congreso de los Diputados aprob la Ley de Eutanasia.

– Para m, la noticia de la legalizacin ha sido exultante. La eutanasia es un derecho, no es una obligacin. Pero alivia a determinadas personas. Por qu seguir medicando si no hay ninguna posibilidad? Es sufrimiento. Quienes estamos a favor de la eutanasia estamos a favor de los cuidados paliativos. Pero de calidad, porque a veces no cubren las necesidades, como le pas a Mara Jos. Fjate si yo amo la vida que estoy financiando una investigacin para que haya una cura en la variante de primaria progresiva de la esclerosis mltiple. No entiendo al que se opone a la eutanasia para otro. Eso es una crueldad. Al que s entiendo es al enfermo que opta por seguir. Es ms, si yo estuviera con una persona que no quisiera la eutanasia y quisiera seguir viviendo, yo la defendera con mi vida.

Aunque an no est en vigor, la eutanasia ya es legal en nuestro pas. Pero ngel Hernndez no es una persona libre del todo. Es el nico procesado en Espaa por eutanasia, pesa sobre l una peticin de la Fiscala de seis meses de crcel por cooperacin al suicidio y est encausado en un juzgado de violencia de gnero.

– Yo no me considero un delincuente y, por tanto, no voy a admitir ni un minuto de condena, porque ayudar a una persona querida a hacer lo que quera no es un delito y no hicimos dao a nadie, yo la ayud porque ella no poda hacerlo. Yo no lo considero un delito, pero lo asumo porque as est en el Cdigo Penal. Otra cosa es que me juzguen por violencia sobre la mujer. Yo pienso que esto es un castigo. Mara Jos y t hicsteis lo que hicsteis y te vamos a castigar. De alguna manera has conseguido la legalizacin de la eutanasia pero no te vas a librar. Y te vamos a humillar llevndote a un juzgado de violencia sobre la mujer. Otra cosa es que me presente.

– No se va a presentar?

– Ahora mismo no tengo intencin de presentarme. S que incluso me pueden quitar la libertad provisional y meterme en la crcel. No me da igual, pero lo asumo.

– Si le condenan, admitira el indulto?

– No. No admitira nada que supusiera que yo soy un delincuente.

Hay decenas de fotos y de dibujos de Mara Jos por toda la casa. El cuarto de bao mantiene los adaptadores. El silln rojo donde ngel la sentaba sigue ah, frente a la tele que l le retransmita porque ella ya casi no vea.

– ngel, terminada la lucha, qu te dice ahora Mara Jos y qu le dices t a Mara Jos?

– Yo le digo a ella: ‘Lo conseguimos’. Y ella me dice: ‘Gracias’.