Un mdico condenado por abuso sexual a una menor a la que trataba de un trastorno alimentario

El facultativo estuvo tratando a la adolescente, de 13 aos, durante un ao y medio en su consulta privada en Valencia

Edificio de la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde se juzg

Edificio de la Ciudad de la Justicia de Valencia, donde se juzg el caso.
JOS CULLAR

  • ‘La Manada’.

    Los vdeos claves para condenar a cuatro aos a El Prenda y a dos aos y 10 meses a los otros tres miembros de La Manada

Licenciado en Medicina, doctor en Psicologa y profesor universitario, J. V. , de 58 aos, tena adems muy buena reputacin como especialista en trastornos de alimentacin de adolescentes. A finales de 2012, un matrimonio acudi a su consulta privada en Valencia y le pidi que tratara a hija, una menor de 13 aos que presentaba rasgos depresivos y se autolesionaba realizndose cortes por todo el cuerpo como consecuencia precisamente de un trastorno alimentario.

Fue as como J. V. entr en contacto con la vctima, segn se relata en la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia del 20 de febrero que ha condenado al mdico a cuatro aos de prisin por un delito de abuso sexual con prevalimiento.

« Empez a tratar a la menor y se sirvi de su ascendencia para ir estrechando la relacin con la nia, ganndose su confianza y generando en ella un rol sumiso asentando en la idea de que cuanto ms intimasen y ms se ‘abriese’ ms podra ayudarla, generando una dependencia absoluta en la mujer hacia su persona, atrayndola hacia l cada vez ms de manera correlativa a la que la mujer se alejaba de su familia », detalla el veredicto la red que el mdico fue tejiendo sobre la menor « hacindola depender de l de manera absoluta, sometindola a contactos fsicos como abrazos y besos en las cicatrices residuales de las autolesiones de la mujer ».

Las consultas se prolongaron durante un ao y medio hasta que, en junio de 2014, cuando la adolescente tena 15 aos, los padres, ante los escasos avances de la terapia, decidieron interrumpir el tratamiento y pusieron a su hija en manos de otros especialistas poco despus.

« Destruir la mente de la menor »

Los padres dejaron de pagar las sesiones, pero ni las visitas de la menor al mdico ni el contacto entre ambos se interrumpi. La menor incluso se fugaba para verlo. Segn la sentencia continuaron manteniendo « una relacin cotidiana ».

« Tanto en persona como va telefnica, pues el procesado le haba dado su telfono a la menor, que acuda a la consulta de manera frecuente, as como ste llamaba a la menor a casa a horas tardas del da, provocando que bajara sta a la calle donde permaneca en el coche del procesado », recoge el veredicto.

Fue entonces cuando el condenado « utiliz sus conocimientos para destruir la mente de la menor y someterla definitivamente ». Eso considera el tribunal a tenor de los mensajes que J. V. el envi y que se extranjeron del telfono de la adolescente y que J. V. le envi: « Te quiero mucho », « loco por mi nenita », soando « con los abrazos que me das cuando te enroscas a m en el sof azul ».

En este sof sita la sentencia uno de los abusos considerados como probados. Sucedi en octubre de 2015, cuando la joven tena ya 16 aos. « El procesado le pidi que le hiciese un dibujo en la espalda cual si se tratase de un ngel, para lo cual el procesado se quit la camiseta, situndose la menor detrs suyo, con las piernas abiertas, estaado el procesado entre sus piernas, cogindola a continuacin el procesado en brazos, quitndole la ropa, colocndosela encima acunndola y con una mano toc los genitales de la menor… », recoge el fallo.

Intentos de suicidio

Posteriormente a estos episodios, la menor protagoniz un intento de suicidio mediante ingesta de pastillas, por lo que fue ingresada en la unidad psiquitrica de un hospital. En noviembre de 2019 intent de nuevo quitarse la vida, ya en la clnica de Barcelona donde fue « internada de manera involuntaria con autorizacin judicial » y donde, segn el veredicto, « sigue en una situacin lmite ».

El forense que la examin a la adolescente el 20 de diciembre de 2019 para determinar si podra declarar en el juicio, celebrado el 4 de febrero pasado, lo desaconsej « absolutamente », por lo que se tom como vlido el testimonio que previamente haba prestado ante la cmara Gesell. Se trata de una estancia especialmente concebida para interrogar a menores en casos traumticos, con aspecto de guardera y donde las preguntas las realiza un psiclogo.

« Relata toda la vivencia y lo ocurrido de manera idntica tanto a la cmara como a las psiclogas. Dejando bien claro que la relacin mdica degener en una relacin sentimental y sexual de pareja », dice la sentencia sobre esta declaracin.

J. V. ha sido condenado a cuatro aos de prisin por un delito de abuso sexual con atenuante de reparacin del dao, puesto que deposit antes del juicio los 20.000 que la fiscala peda como indemnizacin y devolvi a los padres el coste de las sesiones de terapia.

El doctor J. V. est en libertad

La Fiscala peda para l 10 aos de prisin y la defensa la absolucin al considerar que los actos que pudiesen ser constitutivos de delito se habran producido cuando la joven tena ms de 16 aos.

Tras llamar este diario a la consulta del doctor J. V., este devuelve la llamada. Se encuentra, por tanto, en libertad. La sentencia lo inhabilita para realizar tratamientos psicolgicos durante cinco aos. No quiere hacer declaraciones y ni l ni su abogado aclaran si van a recurrir el fallo. An estn en plazo de hacerlo por el parn judicial tras el estado de alarma.

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